"Amor se llama el juego"


Eran geniales. Juntos te contagiaban ese no se que.
El la amaba, solía decirles, ella también. Tardo en decirlo pero no en demostrarlo.
Fueron 5 meses, parecía una eternidad, o al menos así lo vivió ella.
Nunca jugo con sentimientos de por medio.
Pero esta vez, su estrategia fallo. El amor era el juego que le tocaba, o el único que en el armario apareció.
No sabía como, le daba miedo jugarlo, pero lo enfrento.
Ambos están en el casillero en el que pierden el turno, mientras juegan las otras fichas.
Ella aprendió que amor se llama el juego y que, si ya lo había empezado, debía terminarlo…
Pero lo que no sabia, era como.

imperfectos los dos.-

Bueno Penny me lo había adelantado más de una vez, yo nunca creo de todo en sus versiones, siempre distorsionadas por su negatividad.
Pero al fin y al cabo en este caso hay que reconocerle el merito de la verdad. No, no existe el hombre perfecto.
La experiencia y el tiempo van certificando lo que vive repitiendo.
En este caso particular, la razón por parte de ella no fue algo en contra mío, como suele serlo con el común de las cosas.
Tengo la suerte en de haber comprobado que no existe él, bueno es exactamente en su falta de perfección que residiría su encanto. En eso y en que se me ha otorgado el don de ver a la gente al revés y que solo algunos me miren al revés a mi, es ahí en ese preciso lugar, el lo no correcto, que me encontraría con él y me divertiría.
Como siempre, gracias Penny, imperfecta también.-