Que tan perverso puedes ser?

El piso estaba mojado, la silla parecía haberse contagiado su humedad. No existía ventana o puerta alguna, por ende el ingreso a ese siniestro lugar era lógicamente imposible. El aire no circulaba.
Él no sabía por que estaba allí, sus manos estaban impedidas de movimiento alguno, Él no sabía si sus ojos estaban cerrados o abiertos ya que la diferencia era imperceptible. Sabía que estaba solo, sabía que tenía miedo, sabía que tenia frío, sabía que algo iba a pasarle.
Hacia mucho tiempo había dejado de creer en los finales felices. A pesar de esta cantidad de situaciones adversas, un solo pensamiento estaba claro, “Necesito luz.”
Yo lo imaginé, yo imaginé a este chico y reía sola, yo lo puse ahí a sufrir. No, no se por qué, tal vez para enseñarle, ¿Que cosa? Bueno, puedo ver a alguien acercarse en este momento con una linterna.-

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